lunes, 17 de diciembre de 2012

Pla d'Almiserà




Hola amigos, este pasado sábado realicé una ruta inédita que me conduciría hasta los restos arqueológicos del Pla de Petrarcos en Castell de Castells. Para alcanzar nuestro objetivo, escogí un itinerario totalmente diferente, dejando a un lado la clásica ascensión a Vall d'Ebo por la comarcal cv-712. El inicio del tramo tiene su origen muy cerca del pueblo d'Atzúvia, recorriendo la Colada de Vall d'Ebo hasta llegar al Pla de Miserà. Fue en este mismo lugar, donde encontré un singular y apacible paraje, donde el sosiego y el silencio más absoluto, eran los grandes protagonistas. Por ello he decidido diseccionar esta salida en dos crónicas bien diferenciadas, la primera tratará sobre el Pla de Miserà y sus múltiples 'tossals', ya que considero que este nuevo rincón de La Marina merece una atención especial. Y la segunda crónica, hablará del objetivo que nos ocupaba inicialmente, el Pla de Petrarcos.
Para los que ya me conocéis, sabréis que algunas de mis escapadas las afronto en solitario, en muchas ocasiones por lugares totalmente desconocidos, donde exige tener una gran dosis de tenacidad, además de ser algo obstinado. Por todo ello, en cada nuevo episodio buscamos un acontecimiento original, un hecho aún desconocido o un evento que recordar, cualquier suceso es valido si consigue emocionarnos.
                                                                                          
Camí Vell  d'Atzúvia, en el centro 'El Miserat' a 756 mts.
Indicación, ya en el pueblo d'Atzúvia, para ir el busca del Pla de Miserà.
 Eran las 7:30h de la madrugada, aún de noche, cuando inicié este periplo hacia tierras aún desconocidas. Un frío estremecedor recorría todo mi cuerpo, ni las múltiples protecciones térmicas conseguían atenuar las gélidas temperaturas. La larga recta del carril bici en dirección Pego, parecía no tener fin, no se veía un alma a esas horas tan tempranas. A medida que se iban materializando los kilómetros, poco a poco iba recobrando la sensibilidad en los entumecidos dedos, por no hablar de la pobre nariz. Al llegar a la población de Pego, me dirigí al Camí Vell d'Atzúvia, rodeados de naranjos en busca de la temible ascensión al Pla d'Almiserà. Poco antes de llegar al antiguo lavadero d'Atzúvia en la zona llamada Clot d'Home, me desvié por el camino de la Colada de Vall d'Ebo coincidiendo con la senda pr-v58

Como podéis observar, el firme está en buen estado hasta llegar a la cima.
Preciosa panorámica de las sierras de Mustalla, Negra y Gallinera, abajo el pueblo d'Atzúvia.
En este punto daba inicio la gran 'escalada' hacia la cima. La serpenteante ascensión deparaba grandes dificultades físicas. La dureza de estas pendientes podían tentarnos a desistir en nuestro empeño. Se que os estaréis preguntando si fui capaz de remontar los 352 mts, en los aproximadamente 2,3 kms que tenía de recorrido la subida, pues la respuesta es no. Tuve que ir arrastrando la bici ante la impotencia de afrontar tales desniveles, que en muchos casos superaban el 20 %. Pero no es tarea imposible llegar a la plana sin bajarse, tal vez dejemos este reto para otra ocasión. A medida que iba ganando altura, se podía apreciar con más sutileza todo el encanto del pueblo d'Atzúvia guarnecido en todo momento por la Serra Negra. Ya en una de las últimas revueltas, poco antes de consumar la ascensión, quede perplejo por la belleza del entorno. Tenía ante mi una de las mejores estampas que recuerdo, el color azulado del mar sobresalía en todo el litoral, en medio se deslumbraba el delicado ecosistema de la marjal de Pego-Oliva e incluso se podía contemplar perfectamente la majestuosidad del Monduver a 843 mts de altitud. Durante unas breves instantes estuve prendado por la encanto de las vistas, disfrutando de la increíble recompensa que tan merecidamente me había ganado. A pocos metros llegaría al estrecho paso que da entrada al Pla de Miserà, donde daría realmente comienzo mi aventura. 

Camino que conduce al Miserat a 756 mts, como podéis observar en el centro de la foto.
Tramo inicial en el Pla de Miserà, en dirección al pueblo de Vall d'Ebo.
Inicié un breve y ligero descenso hasta llegar a un cruce que comunica con el camino entre Pego y el colosal Miserat a 756 mts. Estuve tentado en saltarme el guión para alcanzar esta atrevida cima, pero la prudencia hizo que desistiera en el empeño y resignado continué por el camino inicialmente establecido. Una vez localizada la siguiente intersección, tome el insólito tramo a mi izquierda que me llevaría hasta Vall d'Ebo. Este recorrido tiene cerca de 3 kilómetros de longitud, siendo 100 % 'ciclables'. No presenta ninguna dificultad tanto física como técnica, a pesar de sus múltiples y peligrosos surcos, formados por las últimas e intensas lluvias del mes pasado, y a la cantidad de piedra suelta que encontré en varios tramos. Durante el trayecto localicé distintas casetas, como la de La Bassa y el Collado, también me crucé con varios barrancos que por suerte estaban bien acondicionados con hormigón. El silencio seguía dominando el entorno, la sensación de serenidad y calma eran totales, y las únicas compañeras de viaje en este rincón olvidado de La Marina. Para mi asombro, encontré en los últimos metros unas cuevas que no aparecían en el mapa TOPO-RASTER, tome nota de su localización para visitarlas en otra ocasión. Llegado a la caseta del Collado a 560 mts de altitud, el camino de tierra se transforma en hormigón, iniciando así el descenso vertiginoso al pueblo de Vall d'Ebo. Pero antes, decidí hacer un alto y deleitarme con las fabulosas vistas a la Penya del Águila a 821mts en la Serra del Sireret, fotografía que encabeza esta crónica, pero eso es otra historia...

Foto tomada cerca de la Caseta del Collado, más abajo se puede apreciar la población de Pego.
Las curiosas cuevas que no tuve tiempo a explorar.


TRACK DE LA RUTA

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3720419


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